Es conocido que, durante muchos años y hasta la mitad del siglo XX, asolaba Tucumán la endemia del paludismo. De allí que todo lo referente a ese mal constituyera asunto del máximo interés público.
Esto explica la amplia acogida que el diario tucumano "El Pueblo", edición del 25 de octubre de 1868, dio a una carta del doctor Victor Bruland, médico francés radicado en nuestra ciudad. Bruland hacía notar que el diario "Le Courrier Francais", que se editaba en Buenos Aires, publicaba como interesante descubrimiento "la propiedad que tiene el eucalipto de cortar el ’chucho’, es decir la fiebre intermitente", de acuerdo a experimentos realizados en Montevideo por su colega, el doctor Brunel.
Afirmaba que "el ensayo se ha hecho en esta ciudad con buen éxito". Había que seguir el ejemplo de Argelia, donde la plantación se multiplicaba por esa causa. Le parecía necesario "instruir a los habitantes de la provincia de este descubrimiento tan importante". Que "cada uno trate de conseguir semillas de este árbol, y tendrá con él una botica surtida de la mejor química". Hacía notar también que todos debieran tener eucaliptos "en su patio", por su propiedad de consolidar los terrenos, ya que absorbe la humedad.
"Hasta ahora -expresaba- Tucumán no posee una docena de este precioso árbol. Sé que los señores Felipe Posse, Ezequiel Molina, Pastor Rodríguez, Benjamín Villafañe, Eusebio Rodríguez, lo tienen. No se puede dudar de la filantropía de estos caballeros tan conocidos: las personas que se dirijan a ellos, y particularmente los pobres, recibirán el remedio y la instrucción necesaria para su administración."
Fuente: Apenas ayer (Dr. Carlos Páez de la Torre H)- Diario La Gaceta 12 de Agosto de 2010.
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