jueves, 9 de septiembre de 2010

La plaza Urquiza antigua


A fines del siglo XIX y comienzos del XX, la zona de plaza Urquiza distaba de tener la aureola mundana de hoy. En "El arpa remendada", Pablo Rojas Paz -nacido en 1896- la evoca en su niñez: "mi barrio, la plaza Urquiza, rincón arrabalero del Tucumán de antaño, en donde los rieles del ferrocarril cortaban bruscamente la expansión de la ciudad".
Describe la esquina 25 de Mayo y avenida Sarmiento. "En ese aledaño estaba situada la antigua Cárcel que nos ofrecía, a nosotros, chiquilines, azotacalles, el recreo de mirar a los centinelas que en las prolongadas guardias desperezaban el ocio entre sueño y sueño. Había frente a la Cárcel un campo de deportes (se refiere al del Sport Club), lugar codiciado por los raboneros de todas las escuelas de la ciudad para armar los partidos de fútbol más entreverados que haya presenciado yo en mi vida".

Agrega Rojas Paz que el barrio "era distinto según la hora del día; la batahola de los ’yuteros’ que lo invadía por la mañana se disolvía paulatinamente en el subrepticio avance de la calma vespertina. Las noche caía sobre el barrio con su paz profunda de templo de columnas macizas entre el cielo y la tierra".

Es que "había en esa hora una angustia de estrellas, una indecisión de murmullos, una sutil insinuación del aroma de los paraísos y la fragancia profunda de los azahares gigantes de los naranjos amargos. Era una plaza sin categoría, sin sentido, sin muchachas que se paseasen por ella en el atardecer, sin retretas en las noches cálidas, sin ancianos jubilados de todo que por largas horas se sentaran a recordar sus cosas. Éramos del barrio ’del Sport’, que así llamaban en la ciudad a ese rincón de paz, de abandono, de dulzura, de humilde tranquilidad".

Fuente: Apenas Ayer por Carlos Páez de la Torre H - 9 de Septiembre de 2010

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